Cuentos de Hadas y Brujas Jamás contados
Esta es la portada de una especie de sueño... escrito junto a mi amigo Pedro Martos, que convierte nuestras ideas en palabras, palabras que dan alma a mis ilustraciones. Aquí una muestra de "Cuentos de hadas y Brujas jamás contados"
Onira y Mara
Son las hadas que controlan el contenido de los sueños de los niños y las niñas. Y sólo aparecen en ese duermevela que precede al momento de quedar profundamente dormido, o lo que es lo mismo, antes de caer... “en brazos de Morfeo”.
En la mitología griega, Morfeo, “el que crea formas”, era el dios de los sueños y se le encomendó como misión crear sueños para aquellos que dormían. Pero antes de que Morfeo entrara en acción, aparecían dos hadas gemelas que pugnaban por transmitir su impronta al sueño del soñante: Onira y Mara...
Fragmento de Cuento "Onira y Mara, las hadas de los sueños y las pesadillas"
Cinnia
Cuenta la historia que en lo más espeso de los campos irlandeses, allí donde todo es verde y habitan seres que jamás ha visto el ojo humano, a los pies de un gran abeto vive Cinnia, la que sólo comía tréboles de cuatro hojas, ni flores, ni frutas, ni siquiera tréboles de tres hojas, sólo de cuatro.
Pero un invierno terrible nevó durante semanas y los tréboles en general -y los de cuatro hojas en particular, que son más escasos- desaparecieron de la vista durante ese largo periodo. El hada se afanaba en buscarlos bajo el manto blanco que cubría la tierra, más grueso cada día, hasta que llegó un momento en que agotada y descorazonada, desistió en su empeño de seguir buscando y se abandonó a la idea de no alimentarse.
Fragmento de Cuento "Cinnia, el hada que sólo comía tréboles de cuatro hojas"
Gelsomina
Una leyenda de Centroamérica nos habla de una delicada hada llamada Gelsomina, un nombre que corresponde en otras lenguas a Jazmín o Yasmin y que deriva del árabe Yasamin. Se dice que habita en el tronco de un árbol de Ceiba Pentandra y se la representa con una larga y hermosa cabellera negra, adornada cuidadosamente con esas pequeñas flores amarillas.
Gelsomina significa “jazmín oloroso” y es el hada de los reinos sutiles, como el reino de los aromas silvestres, el mundo de lo ingenuo, o el reino del tiempo del ritmo lento. Por eso a ella se la ve desplazándose sobre un enorme caracol, símbolo de la necesidad de darle a cada cosa su tiempo.
Los adeptos a Gelsomina, que son legión, la honran con la siguiente oración:
“Si tuviera más tiempo, iría más lento”
Fragmento del Cuento "Gelsomina, el hada lenta y sutil"
Lunidae
Lunidae no supo quién era hasta mucho más tarde. Se creía como un reflejo de los demás, y por lo tanto no se mostraba por sí misma, algo parecido a lo que ocurre con la Luna, que sólo podemos ver desde la Tierra si el Sol la ilumina, pero Lunidae sí que tenía luz propia.
Los ojos de Lunidae siempre fueron misteriosos ojos de hada; sus manos, delicadas manos de hada; su esencia, esencia de hada. Eso es lo que siempre ha sido, es y será: un hada. Sin embargo, esto es algo que descubriría mucho tiempo después... porque hasta a las hadas las puede confundir el destino.
Fragmento del Cuento "Lunidae, el hada que se creía sapo"
Masshiroi
Cada 29 de abril se celebra el “Midori no hi” ( el Día del Verdor o día verde), una fiesta tradicional japonesa que se dedica a la contemplación de la naturaleza en todo su esplendor. Ese preciso día es el elegido por la bruja Mashiroi para realizar una magia a la inversa: devuelve a su estado anterior a algunos de sus 20.000 gatos, porque éstos no siempre fueron felinos.
Cuenta la leyenda que las personas alocadas e imprudentes son convertidas en gatos por la bruja. Su única posibilidad de redención es pasar la prueba del “Midori no hi” (el día verde), escogiendo el menú adecuado entre las decenas de platos suculentos que ha elaborado Mashiroi para la ocasión. Los que se dejan llevar por la gula, siguen gatunos. En cambio, los que asimilaron la esencia silenciosa y cauta de ser gato o gata, no se dejan arrastrar ese día por el embotamiento de los sentidos y comen con moderación, así vuelven a su humanidad más completos y sabios que antes...
Fragmento del cuento "Masshiroi, la bruja de la prudencia y la moderación"
Maradía
Cuentan los marineros de las costas del mediterráneo, que existe una isla que brota de las aguas, todas las noches de luna negra. (*) Una pequeña isla no más grande que el lomo de un elefante, en la que se puede ver a Maradía sentada sobre la única roca.
Pero no es fácil divisarla, porque sólo aparece en las noches más oscuras, ésas en las que mirando al horizonte pareciera que uno tuviera los ojos cerrados. Aunque a veces algún marinero al perder la mirada en la profundidad nocturna, cuenta que le ha parecido verla, o la ha confundido con una sirena.
Fragmento del Cuento "Maradía, La bruja de la luna negra"
Carol Anne Freeling
Grace Steward
En la niebla marina voy perdida,
yo, Electra, tanteando mis vestidos
y el rostro que en horas fui mudada.
Ahora sólo soy la que ha matado.
Será tal vez a causa de la niebla
que así me nombro por reconocerme.
Quise ver muerto al que mató y lo he visto
o no fue él lo que vi, que fue la Muerte.
Ya no me importa lo que me importaba.
Fragmento de “Electra en la niebla” de Gabriela Mistral
Mina Harker
La dama, entre tanto, de su labios de fresa, estremeciéndose como una serpiente entre brasas y amasando sus senos sobre el duro corsé,
Decía estas palabras impregnadas de almizcle: Son húmedos mis labios y la ciencia conozco, de perder en el fondo de un lecho la conciencia, Seco todas las lágrimas en mis senos triunfales.Y hago sonreír a los viejos con infantiles risas.
Soy para quien sepa contemplarme desvelada,la luna, y soy el sol, el cielo y las estrellas.
Yo soy, mi amado sabio, tan docta en los deleites,Cuando sofoco a un hombre en mis brazos temidos o cuando a los mordiscos abandono mi busto,tímida y ligera y frágil y robusta,Que en esos cobertores que de emoción se rinden,Impotentes los ángeles se perdieran por mí.
Fragmento de “La metamorfosis del Vampiro” de Charles Baudelaire
Samara Morgan
Marcado por la vida,
sin color,
sin olor,
todo es blanco y negro.
Mostrando el vago placer humano,
sin muerte,
sin vida,
lejos de existencia verdadera.
Solo una vida predomina,
sin pasiones,
sin temores,
con dolorosa mirada ajena.
Siendo el ser mas raro,
sin virtudes,
sin defectos,
debatiéndome en desesperación infinita.
¿Falso?, ¿Verdadero?,
Nada completamente cierto.
“Sin nada” de Luciano Musitani
Elizabeth Frankenstein
La dama gentil duerme.
¡Que duerman para el mundo!
Todo lo que es eterno tiene que ser profundo.
El cielo lo ha amparado bajo su dulce manto,
Trocando este aposento por otro que es más santo,
Y por otro más triste, el lecho en que reposa.
Yo le ruego al Señor, que con mano piadosa,
La deje descansar con sueño no turbado,
Mientras que los difuntos desfilan por su lado.
Ella duerme, amor mío. ¡Oh!, mi alma le desea
Que así como es eterno, profundo el sueño sea;
Que los viles gusanos se arrastren suavemente
Fragmento de “La durmiente” de Edgar Allan Poe
Carrie White
Rojo cielo, rojo miedo rojo fuego rojo sangre,
en cada mentira un infierno
con cada palabra la carne al rojo vivo
el alma descarnada en pedazos rojos como el pasado.
Rojo de insomnio, rojo de espanto
rojo de esperarte tanto.
Rojo como el día tras la noche
rojo entre sabanas que huelen a cuerpos entregados
rojos de sexo y hastío comprado.
El rojo del vacío en que me muevo tras la curva de tus pasos.
Rojos pechos de amante
roja la herida en que me vierto de deseo
Rojo cielo, rojo infame.......
Rojo eterno, rojo insondable.
Rojo, el color de la sangre.
Rojo sangre, Rojo fuego, rojo miedo, en cada mentira el rojo incierto.
De Ángel Utrera
Rosemary Woodhouse
“Dejo que circule en mi cuerpo de abajo arriba, como las olas de un océano proceloso, el impulso sublime y feroz que el mundo necesita. Llamadlo como os parezca: potencia sexual, energía de la materia, dragón , kundalini… Es un caos inconmensurable que cobra forma en mi interior. En mi vientre se unen un diablo y un ángel, formando un torbellino. Como un árbol, estiro mis ramas hacia el cielo reforzando al mismo tiempo mis raíces en la tierra. Soy una escalera por la cual la energía sube y baja simultaneamente. Nada me asusta. Soy el comienzo de la creación”
Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa, en “La vía del Tarot
Marion Crane
Otra vez huérfana,
¿qué madre me aliviará ahora
tu ausencia?
Otra vez me crece dentro
el monstruo del silencio devorando todo
lo que no te dije.
Conozco la asfixia de ese animal,
cómo aprieta mi garganta y me hace
nudos en las manos.
Pero nuevamente llegué tarde.
La muerte siempre me coge fuera.
¿Qué hacía yo mientras tanto?
¿A quién amaría yo como tú me enseñaste
mientras enlentecías por dentro?
El vértigo de la muerte te alcanzó,
brutal, como una sombra que se adelanta
a la persona.
Fragmento de “La madre muerta” de Eva Vaz
Wendy Torrance
Somos fantasmas del pasado, espectros del hoy.
Transparentes, inmersos en la agonía de ser aire.
No hay flores secas, ni espantados militantes, solo espacio y monotonía.
Un viejo minué nos traslada a un salón amplio y con espejos.
Somos presente invisible,fuimos un ayer de cuerpo y memorias.
Fantasmas del pasado de Gustavo Tisocco
Ruslana
Edie
Chutándose mierda en el baño, montándoselo con cualquiera en el suelo, dejando el garito en su limusina, la pequeña Señorita S. con su corto vestidito, consumiendo la vida hasta morir en un parpadeo a la vista de todos… A los idiotas de la ciudad que metía en su cama nunca les importó que ella tuviese los ojos rojos; nunca les importó que ella tuviese los ojos muertos.
Fragmento de “Little Miss S” de Edie Brickell & The New Bohemians - Dedicado a Edie Sedgwick
Violeta
Me voy por un senderito, sembrado de blancos yuyos y en árboles en capullo ya cantan los chincolitos. En el estero infinito se están meciendo las aguas, la sombra de la patagua me recibe con cariño, las lágrimas, del corpiño, resbalan hasta mi enagua.
Fragmento de la canción "La muerte" de Violeta Parra
Dian
Pegeen
Janis
A cantar dulce y a morirse luego no: a ladrar. Así como duerme la gitana de Rousseau, así cantás, más las lecciones de terror. hay que llorar hasta romperse para crear o decir una pequeña canción, gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia, eso hiciste vos, eso yo.
Me pregunto si eso no aumentó el error. Hiciste bien en morir, por eso te hablo, por eso me confío a una niña mostruo.
Fragmento de la poesía "A Janis Joplin" de Alejandra Pizarnik.
Diane
Quiero fotografiar las ceremonias dignas de consideración de nuestro presente porque, mientras vivimos aquí y ahora, tenemos tendencia a percibir sólo lo que es aleatorio, estéril e informe. Mientras lamentamos que el presente no sea como el pasado y perdemos la esperanza de que se convierta en el futuro, sus innumerables hábitos inescrutables permanecen a la espera de un significado.
Diane Arbus
Billie
Luz azul en la avenida. Dios sabe que te tienen.Un vaso vacío, la dama canta. Ojos hinchados como el aguijón de una abeja. Te cegaron, perdiste tu camino. En las calles laterales y los pasadizos, como una estrella explotando en la noche, llenando la ciudad con la luz del día. Un ángel con la piel de un demonio. Salvación en el blues. Nunca te pareciste a un ángel.
Tanto tiempo... Ángel de Harlem
Fragmento de la canción “Angel of Harlem” de U-2
Virginia
Isadora
Alfonsina
Brazos cansados de guardar la misma Horizontal postura; tibias largas, Calaveras sonrientes: elegantes Fémures corvos, confundidos todos, Danzarán bajo el rayo de la luna La milagrosa danza de las aguas. Y algunas desprendidas cabelleras. Rubias acaso, como el sol que baje Curioso a veros, islas delicadas Formarán sobre el mar y acaso atraigan A los pequeños pájaros viajeros.
Alfonsina Storni
Marie
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